Ojos arriba, ojos abajo

La clave a la hora de vestirnos consiste en resaltar nuestros rasgos más positivos, aquello que nos hace únicos, disimulando aquello que no nos guste tanto.

No todas las prendas nos sientan igual, por eso tenemos que tener en cuenta que las prendas no terminen nunca en la parte menos favorecedora, por ejemplo si tenemos una cintura muy ancha, nuestra prenda estrella no será una torera o chaqueta corta porque llamará la atención sobre nuestra cintura poco marcada.

Si tenemos unas caderas generosas, lo que se dice una mujer con forma de A o triángulo, miraremos dónde terminan las chaquetas, blusas o tops, no en la zona más ancha porque los ojos se irían allí donde estamos marcando una línea horizontal.



Esta blusa blanca con un estampado en tonos negros, precisamente tiene un detalle que embellece la prenda en la parte inferior. Por lo tanto ¿a dónde se nos van los ojos? Pues precisamente en la zona de las caderas y no a la cara donde solemos buscar que nos miren.







Ahora vamos a ver otro caso muy diferente, una blusa en la que los detalles decorativos bordean el cuello, haciendo que la atención se centre en la cara.










  

¿Cuál creeis que es la opción más favorecedera para esta modelo? ¿Con qué prenda parece más estilizada?

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